Reseña del Drizzle of Cosmos por ZombieWar

Born In Exile es un grupo barcelonés formado en el 2012 del que desde entonces y con ciertos cambios de formación les ha llevado a publicar su primer disco “Drizzle Of Cosmos”, trabajo que vamos a trabajar en su critica a falta de mas datos de su biografía.

Este trabajo auto editado, que nos ha llegado a la redacción a través de su oficina de management Black Heaven, es un trabajo complejo y caleidoscopio, que para mi prisma particular resulta en un heavy metal, en ocasiones barroco, en ocasiones progresivo, un tanto inclasificable, pero realmente elegante.

Eso se logra por ser un grupo que realmente es consciente de su virtuosismo en el área de los instrumentos, punto realmente destacable, junto a un esmerado y pulido trabajo compositivo… otro punto realmente destacable. Sin embargo, nada de esto luciría como es debido si no hubiese un pilar fundamental, que no es otro del impresionante trabajo de la voz de Cris Vega, la vocalista del grupo que no duda en sumergirse en guturales, rasgados o en registros amplios de soprano. Sin duda realmente destacable dentro del ya de por si destacable trabajo del grupo en su conjunto.

Un trabajo elegante, sin duda, pero no exento de cierta complejidad, pues las armonías y las estructuras son complejas, y cada tema tiene su propia aura, lo que obliga al oyente a imbuirse en el mundo que representa cada composición si quiere sacar y disfrutar de cada detalle y cada compás.

Entrando dentro de los temas que mas me han llamado la atención tenemos por ejemplo un super destacable corte como es “Madness Light” en el que puedes saborear registros épicos de puro heavy metal con muchísima fuerza, vocales rasgadas y puentes de sabor oriental y místicos, gracias a la paleta amplia de melodías que el grupo no duda en poner en el lienzo de este acto. Un corte obstinadamente complejo y adictivo. No menos bizarro y denso es “No End” un corte de prácticamente 10 minutos al que hay abordar con la mentalidad de un oyente de opera.

Luego de estos dos cortes podemos valorar el resto que no le van a la zaga: el primer corte “Subject 6850” es una intro un tanto apocalíptica que da paso a “Revenant” un corte donde la linea lírica es un bombón y el grupo juega con esa perspectiva para enfatizar un tema rico en detalles arreglos y prismas, siempre dentro de un crujiente tono metálico. En “Fields On Fire” han conseguido un tema duro, también con un cierto toque místico, muy adictivo y técnico a la par de complejo. “Dievergent” es un corte que tiene esa esencia particular y mística que salvando las distancias tiene un álbum clásico como es el “Powerslave” quizás por esa linea de bajo tan del estilo Harris aun que el corte no guarde relación. Brutal el riff estratosférico, y ese buen juego entre melodía y compases mas salvajes.

En “Between” nos sumergimos en un corte de casi 8 minutos y medio, que en su arranque parece un corte experimental, pero que en su desarrollo vemos que es un corte poliédrico, muy rico en armonías, estilos y que guarda también una especial sensibilidad. No es un corte que se deba escuchar sin mas, si no que hay que darle varias escuchas para saborear todas sus facetas. En “End Of The World” tenemos una canción de metal duro y cabalgante, muy crujiente en donde destaca la faceta lírica brutal de Cris. Uno de los temas mas duros del disco. En “Tycoon” el tempo baja un poco el pistón y tenemos una cadencia mas marcada, también muy, muy heavy y adictiva con un precioso interludio rasgado y acústico donde apreciamos la increíble tesitura vocal de Cris, mecida por los coros y las espectaculares guitarras del grupo.

Queda muy bien el ambiente que han logrado en “La Serpiente Del Condenado” único tema en castellano y con una linea de sintetizador que le da ese particular sabor oriental, junto al buen trabajo de guitarra-rítmica y la linea de bajo brutal, dentro de la cruda dureza del tema.

En general, un disco que sobresale de la media por su cuidada composición, por su pulso narrativo musical, su belleza y especial sensibilidad. Ahora bien, puede llegar a apabullarte.